Si eres del viejo paradigma del estaticismo (con esto me refiero a contrario al cambio), de la revolución industrial, de la «titulitis» y de las pelis de Paco Martínez Soria (esto es una broma obviamente, cada uno puede ver lo que quiera), tengo una mala noticia para ti: el mundo al que perteneces, o en el que vives mentalmente está cambiando, ¡y a pasos agigantados!. Tal vez dentro de poco ya no exista.
Si a mayores eres una persona pesimista que piensa que el mundo está en su contra y que todo le pasa a él, o que siempre se queja pero que no está suficientemente incómodo para cambiar, vamos, tú y yo tenemos poco que hacer juntos como cliente y coach financiero, y menos como amigos.
Por el contrario si eres como yo, de las personas que ven el mundo o quieren verlo de manera positiva, como una llamada a la acción, donde las actitudes están por encima de las aptitudes-títulos, (y lo dice alguien que tiene dos carreras, pero que no se dedica a ninguna de ellas, por suerte para mi y para el mundo), pero que es testimonio de este nuevo mundo hacia el que caminamos, tengo una buena noticia para tí: tu actitud sumada a una gestión inteligente de tu dinero te permitirá conseguir lo que quieras. Así de sencillo y así de simple (que no de fácil).
Me crié viendo en la tele y escuchando en mi entorno lo difícil que es ganar dinero, la maldición de aquellos que heredan fortunas o lo malos que son aquellos empresarios exitosos que no donan grandes cantidades de dinero a la caridad.
Era frecuente el pensamiento popular de que no puedes dedicarte a lo que te gusta y ganar dinero y yo pensaba igual (era lo que había aprendido y visto), pero algo en mi interior se contradecía. En general fui un alumno medio destinado a soñar en pequeño (según mis profesores), pero la buena noticia para las personas que vemos la vida como yo (y sé que tú eres uno de ellos), es que llevas un rebelde dentro y si aún no lo has sacado, está deseando presentarse al mundo….y tiene mucha fuerza!.
¿Tal vez estas cansado de que a pesar de las ganas que pones en tu trabajo, de las ideas que aportas o del esfuerzo titánico que realizas nadie te lo valore?, es más, ¿hasta puede que “odies” a tu compañero porque es un caradura, un parásito y siempre se sale con la suya?, pues no lo odies más, tienes que aprender más de él y sacar otra parte de ti. Bueno en muchos casos lo fácil sería que te dijese que te vayas de tu trabajo, pero esa solución no suele ser ni de lejos la mejor.
Yo también era de los “emprendedores sin los pies en la tierra” que pensaba dejar mi trabajo y lanzarme a la aventura, autoconvenciéndome con diversos argumentos: «me merezco ganar más dinero», «no saben valorar mi talento», «yo sería mejor jefe», etc., sin haberme demostrado a mi mismo y al mundo que sabía tomar decisiones contundentes, mantenerlas en el tiempo y sobre todo y lo más importante, acompañado de una buena gestión de mi dinero.
Si crees que con una idea, pero sin tener conocimientos de gestión de tu dinero, puedes llegar lejos, estás muy pero que muy equivocado. Lo que sí vas a conseguir, te lo garantizo, es pasar un auténtico calvario de angustia por tu situación económica, acabar tu periplo de emprendedor dando gracias de trabajar para otro y cobrar a fin de mes, aceptando cualquier trabajo, y lo peor de todo, dejando al mundo sin ofrecer tu talento…ah se me olvidaba, cuando te des la gran «galleta» con suerte el 90% de la gente de tu entorno te dirá cosas como estas: “ya te lo decía yo”, “es que te crees muy listo”, “te crees mejor que los demás”.
Con este artículo no quiero decir que la formación, sea cual sea, no sea válida, todo lo contrario, hay gente muy exitosa y con un gran curriculum detrás. De hecho, es muy necesaria, pero la diferencia es que en el antiguo mundo la «titulitis» marcaba la línea entre el éxito y el fracaso y eso de “si no tienes una carrera no eres nadie”, ha dado lugar a grandes frustraciones, depresiones, y mucha presión social. Ahora eso ha cambiado o está cambiando. Una persona con actitudes, aunque no tenga aptitudes, y que sepa gestionar su dinero puede vivir como y donde quiera.
Te pongo un ejemplo: ¿es más fácil lanzarse a la aventura del emprendimiento con una idea, sin recursos económicos y con la presión social de que no salga bien?, ¿o hacerlo habiendo gestionado bien sus finanzas, teniendo un soporte económico que le permita pasar una buena temporada sólo centrado en su idea y en crear, sin presión?. ¿Tú que crees?.
Es obvio que al leer el artículo, nada en tu manera de pensar va a ser igual. Ya te he lanzado la pelota, ahora está en tu tejado. Te voy a dar una gran noticia: hay soluciones contundentes a tu alcance y los resultados dependen de ti. Tengo todas las herramientas para poder ayudarte de verdad.
Si te quieres seguir autoconvenciendo de que puedes tú solo por tu cuenta, de que ya sabes gestionar tu dinero fabulosamente bien (por eso lees artículos como este), y cosas del estilo, ¡fantástico! no pretendo convencerte: si a ti te vale a mi también. Pero si por el contrario no te quedas en un simple reflexión y por fin quieres cambiar, te daré toda mi ayuda porque soy consciente de que me estás dando parte de su energía vital (tu dinero), pero te garantizo que te va a parecer «barato» el precio que vas a pagar por cambiar tu vida. ¡Es la inversión más rentable que habrás hecho jamás!
Para acabar sólo te digo, ¡eres mejor que los demás!, y con esto no me refiero a tu coeficiente intelectual (eso ya pasó a la historia). Me refiero a que tienes algo que tú haces mejor que nadie pero puede que aún no lo sepas.
Por poner un ejemplo, yo soy coach financiero (como tantos otros), pero me identifico con un sector de la población que siente la vida como tú y como yo. Porque ¿hay muchos coach financieros: sí?, pero ¿hay muchos coachs financieros que se llamen David Vázquez a los que les encante tratar con gente pasional que por fin quieran entrar en acción?, ¡pues creo que no!. He pasado por esa situación y ahora sé las claves para ayudarte.
¿Te atreves a mejorar tu vida?. Lo único que falta es la acción. Acción inmediata!. Aquí puedes encontrarme. Me encanta ayudar a las personas.
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