Los niños tienen el poder de recordarnos continuamente lo esencial de las cosas.

Ahora que se aproximan las navidades empezamos a pensar en la compra de sus regalos de reyes y si nos dejamos llevar por la corriente de siempre terminaremos en un centro comercial comprando y comprando juguetes que sobreestimulan los sentidos de nuestros pequeños. Todos estos juguetes tienen el poder de captar su atención un máximo de 2-3 días.

Me fijo a menudo en que Oliver no dedica ninguna atención a juguetes muy vistosos y ruidosos. Ahí están todos metidos en un baúl! Con ellos se aburre porque sabe perfectamente la melodía que va a sonar cuando apriete el botón, o el movimiento repetitivo del cacharrito de colores…tres veces bastan para saber lo que va a ocurrir cuando observa estos juguetes.

¿Que les regalamos entonces? ¿Cual es el mejor juguete?

Hemos escuchado y leído infinidad de veces que el mejor regalo es una experiencia, no solo para los niños, sino para todo ser humano. Pero…realmente nos lo creemos?…y si es así, actuamos en consecuencia?

Al igual que nosotros, nuestros niños se cargan de energía y autoestima cuando viven una experiencia por primera vez: ver las palomas en el parque, saltar un charco, embadurnarse de barro, tocar un caballo, ir de viaje, ver una obra de teatro, rebozarse de arena, subir a un avión, correr, subir, bajar, etc…y acompañándolo de tu atención, este sí es el mejor regalo. Es un lujo de regalo en los tiempos que vivimos!

Este mágico regalo está a nuestro alcance y no hace falta ir al centro comercial a buscarlo. Es un doble regalo, tanto para él como para nosotros y además es más económico…pero lo más importante es que le hará feliz mucho más que 2-3 días. Quedará en su retina para siempre. Así que no hace falta que reserves mucho dinero estas navidades, resérvale simplemente el mejor regalo!!

Hasta pronto,